La unidad y el compromiso del apoyo mutuo es una de las bases que sostienen nuestro programa espiritual. Es por eso que necesitarnos unos a otros es esencial para alcanzar nuestro objetivo: mantenernos limpios de todo tipo de sustancias y desapegarnos de nuestra vieja forma de vida.
Antes de conocer el Programa de 12 Pasos muchos vivíamos en la soledad y el aislamiento, lo que no nos permitía establecer vínculos sanos con los demás. Era habitual que no supiéramos entonces qué significaba la palabra “unidad” y mucho menos el bienestar.
Para alcanzar el bienestar espiritual, debemos practicar de un día a la vez la unidad para poder comenzar y mantenernos en el camino de la recuperación. El sólo por hoy es la clave para alcanzar el bienestar y convertirnos en nuevas personas, sanas y limpias de cuerpo y espíritu.
El bienestar espiritual es el que nos brinda serenidad y, atentos a no volver a los viejos patrones de conducta manteniéndonos en el camino de la recuperación, hace que nos convirtamos en personas útiles al servicio de la sociedad, lejos de aquellas que fuimos antes de conocer el Programa de 12 Pasos.
Una vez que comenzamos la recuperación y, a medida que tomamos conciencia en la importancia de la unidad y de saber pedir ayuda cuando nos sentimos obsesionados con el consumo de sustancias, experimentamos el crecimiento y nos vamos convirtiendo de manera progresiva en nuevas personas capaces de brindar nuestra experiencia a los demás y, por sobre todo, a nosotros mismos, ya que si no estamos firmes en nuestro camino no podemos brindarnos a la ayuda mutua que nos hace mantenernos limpios.
La unidad entonces, sigue siendo la clave para alcanzar los objetivos: comenzamos no consumiendo “Sólo por Hoy”, asistimos regularmente a las reuniones, compartimos lo que sentimos, nos relacionamos con nuestros compañeros que han pasado por las mismas experiencias cuando estaban en consumo activo de sustancias y vemos que ya han juntado cierto tiempo limpio, ¡incluso años! La unidad que aprendemos en la confraternidad, trabajando el Programa de 12 Pasos, puede producir milagros en nosotros y en los demás.
Muchas veces el miedo de transitar el camino de la recuperación es un obstáculo que se nos presenta y que nos paraliza. Ese miedo desaparece cuando nos afianzamos en la fe en algo más fuerte que nosotros, y allí nos damos cuenta que detrás del miedo no hay nada y que sólo tenemos que tener el valor para cambiar y alcanzar el bienestar propio y el bienestar común.
Nadie ha podido atravesar las dificultades de la vida, ya sean cotidianas o casos de angustia extrema por la pérdida de seres queridos, sin el apoyo de otra persona que nos escuche, que nos tienda la mano para poder salir adelante. Lo mismo pasa cuando intentamos dejar de consumir sustancias. Por eso, el secreto del camino de la recuperación es la unidad: unidad para alcanzar el bienestar, unidad para tener crecimiento y unidad para poder ayudarnos a nosotros mismos y a los demás.
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